Despertar, trascender y otras crisis de la evolución humana
Hace varios años, un día hice clic y todo cambió. De repente, me encontré con una necesidad urgente de explorar mi interior, de cuestionar mi existencia y buscar respuestas sobre mi verdadera misión en esta vida. Fue un momento de una confusión tremendamente abrumadora, una montaña rusa de emociones encontradas, un mar de dudas y miles de preguntas aparentemente sin respuesta. Recuerdo haber sentido esa inquietud desde mi infancia. Siempre fui una niña con una mente curiosa y abierta que se cuestionaba todo, adelantada a mi edad en profundidad y filosofía de pensamiento. Pero el paso del tiempo y las experiencias de la vida me llevaron a reprimir esa parte de mí. Cargaba con las heridas de la infancia, el peso de los estándares de la sociedad y de haber sido víctima de bullying... lo que me llevó a dormir una parte de mí durante muchos años.
Todo cambió con la muerte de mi abuelo, quien era como un padre para mí. Murió de Cáncer. Recuerdo el día que nos dijeron el diagnóstico, aunque una parte de mi lo intuía desde hacía ya un tiempo. Nos dieron un pronóstico fatal, entre 2 y 3 meses de vida. Aunque me preparé todo ese tiempo para procesarlo, su partida fue devastadora, murió antes de lo esperado. Apenas tuve tiempo para hacer el duelo después de su entierro, cuatro días después debía someterme a una cirugía y semanas después enfrentaría la crisis más grande en mi matrimonio que casi nos llevó al divorcio. Fueron tiempos turbulentos, difíciles de describir con palabras, pero a través del dolor, aprendí más sobre mí misma de lo que hubiera imaginado. De repente, me vi inmersa en un proceso de sanación profunda y en búsqueda de mi existencia. He recorrido el camino de la terapia, los círculos de sanación, el reiki, el coaching transpersonal y una variedad de formaciones en busca de respuestas, apoyo y esa paz interior que tanto necesitaba. Y lo encontré y también comprendí que hay un propósito más grande en la vida que simplemente pagar cuentas y trabajar hasta morir.
Mi viaje de despertar ha sido un recordatorio constante de que la transformación no es un destino estático, sino un proceso continuo y en constante evolución. A través de los momentos de lágrimas, dolor, desafíos y epifanías, yo he aprendido a abrazar cada experiencia como una oportunidad para aprender y seguir creciendo. A pesar de los períodos de oscuridad y confusión, confío en que estoy en el camino correcto, siguiendo mi intuición y avanzando hacia mi versión más auténtica. Nunca terminaré de sanar completamente, porque siempre estaré desarrollándome como ser humano. Lo que me lleva a la siguiente reflexión:
Se habla mucho del despertar espiritual en las redes por parte de gurús que se han subido al carro de la espiritualidad, y con frecuencia se tiende a presentar una versión romantizada y edulcorada de este proceso . Pero, ¿Qué significa realmente "trascender"? ¿Es acaso un estado en el que nos desprendemos por completo de nuestras preocupaciones terrenales y nos elevamos a un plano superior de existencia? ¿O es más bien un proceso de integración, donde abrazamos plenamente tanto nuestra luz como nuestra oscuridad? A medida que reflexiono sobre esta pregunta, me doy cuenta de que la trascendencia no se trata de escapar de nuestra humanidad, sino de abrazarla por completo. Es aceptar nuestras limitaciones y nuestras imperfecciones, al tiempo que nos esforzamos por elevarnos hacia una mayor conciencia y comprensión. Es reconocer que somos seres duales, llenos de contradicciones y paradojas, y encontrar la belleza en esa complejidad. La trascendencia es como un viaje de autoaceptación y autenticidad, donde nos permitimos ser plenamente quienes somos, en todo nuestro esplendor y humanidad.
Sin embargo, la realidad es que el despertar no es para nada un viaje fácil. Escucho mucho lo de trascender, de soltar e incluso eliminar el ego para elevarnos.... y no es así exactamente. El ego es una parte intrínseca de nuestra experiencia humana. Debes entender que no se trata de eliminarlo por completo, sino de encontrar un equilibrio sano entre nuestra dualidad inherente: luz y oscuridad.
Reconocer la presencia del ego en nuestras vidas nos brinda una comprensión más profunda de nuestras motivaciones, patrones de pensamiento y reacciones emocionales. Un ego equilibrado es esencial para nutrir el empoderamiento y el amor propio, ya que nos otorga una sensación de valía personal y confianza en nosotros mismos. Así que lo de intentar eliminar el ego por completo, como veis, carece de sentido. En lugar de combatirlo, debemos esforzarnos por encontrar un equilibrio que nos permita cultivar relaciones más armoniosas tanto con nosotros mismos como con los demás. Hay que aprender a trabajar en colaboración con el ego, en lugar de enfrentarnos a él. En resumen, se trata de abrazar nuestra complejidad humana y encontrar el equilibrio entre la conciencia y la aceptación de todas nuestras facetas.
Despertar a la conciencia no es solo elevarse e iluminarse, sino también destruirse por completo para reconstruir cada parte de uno mismo. De pronto habrá relaciones que ya no encajarán en tu vida, amistades, personas e incluso puede que tu trabajo, que ya no resonarán contigo. Notas que ya no vibras en esa frecuencia, como que ya no perteneces ahí. Se trata de enfrentarte a ti mism@, a tus propios demonios, reencontrarte y volver a encontrar un nuevo camino, tu camino.
Para mi fue un viaje de autodescubrimiento doloroso pero transformador, donde cada experiencia, cada error, me llevó un paso más cerca de mi verdadera esencia y comprendí que todo ello es una parte fundamental para mi evolución y crecimiento personal. Hoy, reconozco la importancia de crear una consciencia colectiva, de compartir nuestras historias para inspirar y apoyar a otros en su propio camino de despertar. Al final, todos estamos inmersos en este viaje de crecimiento, enfrentando nuestras batallas internas mientras nos dirigimos hacia una versión más alineada de quién somos ahora.
Espero que este post, os sirva de inspiración y apoyo para aquellos que también estáis inmersos en vuestro propio proceso.
Awen
Comentarios
Publicar un comentario